Normalmente todos nuestros comunicados suelen ser educados y cuidadosos con lo que
decimos. Hoy pensamos que vale la pena dejar de serlo.
Respecto a las declaraciones del Sr. Almunia sólo podemos tacharlas de irresponsables, y
entendemos que lo mejor que podría hacer, si no sabe medir sus palabras, es dimitir. En un sector de
actividad donde la base del negocio es la confianza, sembrar el pánico es imperdonable.
Según el Sr. Almunia, se está estudiando liquidar una entidad financiera, y los distintos
medios de prensa elucubran sobre cual puede ser “la agraciada”, ¡qué nos había tocado la lotería, decían!.
Parece que la Unión Europea pide ese gesto, peor aún, ese escarmiento. No sabemos que da más miedo, si el
comentario del Sr.Almunia o el desmentido del Secretario de Estado de Economía Sr. Jiménez Latorre.
Nosotros pensamos que como ciudadanos y trabajadores del sector nos merecemos saber la
verdad. Toda la ciudadanía tiene derecho a saber la verdad. Como decía el Sr. Rajoy en la oposición “la
verdad, llamar al pan, pan, y al vino, vino”. Por eso creemos que nuestro Gobierno debe dejar de vender como
éxitos lo que realmente son fracasos. Dejar de provocar al resto de socios de la Unión, no minimizar los
problemas y contar las contrapartidas al RESCATE de la banca española. Impedir que Europa le dé una patada…
en nuestro culo.
Nosotros somos empleados y empleadas de banca y sabemos lo que ocurre cuando nos piden un
préstamo. Siempre hay condiciones y contrapartidas.
Hoy es un día muy duro para cualquier persona que trabaje en una entidad bancaria, laboral
y personalmente. Cuando ayer nos decían que mejorábamos en pasivo, que se fortalecía la cuenta de resultados
y que debíamos mejorar en productos, hoy nos encontramos con que han sembrado el pánico y va a ser difícil no
sólo mejorar en pasivo y productos, sino simplemente retenerlos, y todo ello con la incertidumbre generada
sobre nuestros puestos de trabajo.
Un cambio en el modelo, que ha conducido la reestructuración bancaria hasta hoy,
generará un violento conflicto laboral.
En España todas las reestructuraciones bancarias tras la crisis de los ochenta se han
realizado mediante fusiones y absorciones, pactando las condiciones de reestructuración con la representación
legal de los trabajadores. Ése debe ser el camino. El Gobierno y los Supervisores, es decir el FROB deben
garantizar que así sea.
Un cambio en esa dinámica no va a ser gratuito, sea cual sea la entidad afectada, va a
generar un violento conflicto laboral, más desconfianza, pánico bancario y afectará al conjunto del sector y
del país.
Nosotros hemos demostrado, estamos demostrando, y demostraremos en el futuro - sino
terminan matando al sentido común - nuestra profesionalidad como trabajadores y trabajadoras y nuestra
responsabilidad como agentes sociales. Algo que, por desgracia, no han demostrado nuestros responsables
políticos y económicos, tanto en España como en la Unión Europea.
Pero ¡ojo! La sensatez se agota, bien por desesperación, bien por extinción… de los sensat@s.
Porque no somos banqueros, somos bancarios y
bancarias.
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