Os vamos
a contar una historia, la que vive día a día una persona cualquiera de las que
cubren las ventanillas desplazadas:
7.00: Salgo
de mi domicilio para llegar puntualmente a las 8.00 a un centro que no es el
mío ni está en mi localidad, o sea, que mi jornada empieza un poquito antes que
otras. Empiecen a sumar horas…
7.55: A
las puertas de la oficina ya encuentro un numeroso grupo de personas que
guardan turno desde las 6.00, algo normal puesto que estas oficinas no abren
todos los días.
8.00: Preparo
la oficina para la atención al público, como cualquier otro centro de la red
pero en mi soledad. Leo los correos, imprimo los listados que hay que revisar a
diario, bajo la atenta mirada desde la calle de las personas que
aguardan la apertura.
8.30: Abro
la puerta y comienza a entrar gente. La media de personas que aguardan en el
patio no baja de 15 en toda la mañana. Un día cualquiera puedo atender a más de
70 personas y realizar en torno a las 200 operaciones. Y a eso añadir la
atención a las múltiples llamadas recibidas. El último cliente deja la
oficina pasadas las 14:45 horas.
Durante
estas primeras 7 horas, apunten: He
ofrecido 7 seguros, 2 IPF, 1 tarjeta, 1 crédito, 1 prescripción de vivienda, 1
plan de pensiones y se han concertado 7 citas para otro día. Y todo
ello con el hándicap de la falta de confidencialidad que hay en una ventanilla
desplazada por la cantidad de gente que espera detrás de la persona que está
siendo atendida y el poco espacio en el que se tienen que acomodar como puedan.
14.55: Empiezo
el cuadre y cierre contable del día.
15.20: Comienzo
a tratar los listados diarios (mezclados los de la oficina matriz y la
desplazada) de recibos de consumos y empresas, seguros, transferencias,
traspasos pendientes, cheques truncados, transferencias del extranjero, mora,
pre mora de un mes, cero meses, informes individualizados, ya que durante la jornada es evidente que ha sido
imposible.
15.50: Me
pongo con los expedientes de préstamos, reclamaciones de comisiones,
tramitaciones de siniestros, etc. Y, para rematar, trato la agenda comercial
asignada.
Hoy me ha ido “bien”, ya que, a las 16.45 y sin
comer, salgo de la oficina con rumbo a mi domicilio.
¿Alguna valoración? Para CCOO SÍ:
¡La EXCELENCIA del
trabajo de las compañeras y los compañeros que atienden estas ventanillas, ante
estas condiciones laborales adversas y precariedad de recursos impuesta por la
entidad!
¿Qué pedimos
con insistencia CCOO para solucionar esta dolorosa situación?
- Aplicar de modo efectivo el control horario. BMN está pendiente del Tribunal Supremo para aplicarlo ante la demanda realizada por CCOO.
- Dotarlas de un mínimo de 2 personas.
- Su apertura todos los días laborables, por respeto a la clientela de estas localidades, para luchar contra la exclusión financiera y para que las personas que atienden estas ventanillas recuperen la confianza y su conciliación personal y familiar.
- Responsabilidad Social y Empresarial de BMN.
ESTAMOS CCOONTIGO
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